El primer premi va ser per al relat "En la línea imaginaria de la Tierra" d'Alfredo Segarra. El segon premi se'l va endur José Portillo amb el microconte titulat "La cabaña inuit" i el tercer premi va ser per a "Misteriosa expedición" de Pepi Ingrain.
Volem donar l'enhorabona als guanyadors, agraïr la tasca del jurat, format per Aurora Giménez, filòloga, i Judith Viñas, directora de la Biblioteca, i donar les gràcies al fotògraf Miquel Viñas, per cedir-nos amablement la imatge "Cabana al Cercle Polar" en què havien d'inspirar-se els microcontes.
A continuació podeu llegir els relats guanyadors:
1r premi: "En la línea imaginaria de la Tierra" (Alfredo Segarra)
Llego hasta la encantadora localidad de Rovaniemi. Soy fotógrafo y senderista y voy a continuar a pie. Mi objetivo es fotografiar las fascinantes auroras boreales de la Laponia finlandesa. Horas después me atrapa una apocalíptica tormenta. Vislumbro una cabaña abandonada y me refugio en ella. Allí acurrucado espero a que escampe. Horas de vendaval y nieve que la cabaña resiste estoicamente. Cuando todo pasa, salgo y me veo junto a un solitario árbol. Quien construyó la cabaña debió pensar: “si él, aquí aislado resiste, este debe ser el lugar idóneo”. Levanto la mirada al cielo, presenciando una mágica aurora boreal.
2n premi: "La Cabaña inuit" (José Portillo)
Anori viaja sobre un trineo tirado por cuatro Huskys, guiados por su amo, esta vez lleva una buena presa, un oso polar. Llega al campamento de verano de los Inuit, frena el trineo frente a su cabaña hecha de madera y pieles, de ella sale su esposa Taorana. Se abrazan, mientras otros miembros del campamento al ver la pieza cazada, van a felicitarlo. Una semana más tarde, la pareja inicia junto al resto de la tribu el viaje hasta el campamento de invierno dejando atrás su cabaña y el amor vivido en su interior, Taorana lleva la semilla.
3r premi: "Misteriosa expedición" (Pepi Ingrain)
Tras convencer al Dr. Donals para que le acompañara a la expedición al Circulo Polar Ártico, el profesor Livinstong estaba convencido que entre ambos encontrarían al grupo de científicos que allí viajó meses antes.
Tras largo y penoso viaje llegaron al lugar donde la expedición tenia enclavada su base.
Ambos entraron en la cabaña la cual parecía desierta, todo estaba intacto, ropa, enseres, aparatos, ni rastro de los hombres que debían encontrar.
El profesor deslizó una gruesa alfombra que cubría el helado suelo y con autentico terror descubrió su propia imagen.
Se encontró consigo mismo, bajo el grueso hielo.